Hay un tiempo en el que tienes que decidir por tu vida. Es importante que recuerdes que eres un ser espiritual con una experiencia humana. Y la experiencia humana no puede definir la espiritual. Abre tus ojos y mira bien con quién te estás rodeando. Reconoce lo que aporta a tu vida. ¿Te ayuda a crecer? ¿Añade valor o trae beneficio a tu vida? ¿Es estímulo o apoyo en tus metas o proyectos? ¿Te da palabras que te refuerzan cuando sientes caer o entristecer? ¿Te trae descanso cuando estás agotado? En fin, sientes que te aporta o sientes que te drena o no te añade. Entonces, valórate, evalúa lo que quieres y decide por tu vida. Dios te vio aprobado, no dejes que nada ni nadie corte lo que te pusieron a hacer en esta tierra