Desde mi tanque emocional

2

¿Tienes sed?

La vida diaria se compone de relacionarnos con otros. Todos tenemos familia, amigos, vecinos, conocidos y frecuentamos lugares donde, definitivamente, tendremos contacto e interacción con otros. Algunas interacciones de estas serán muy buenas y sanas, pero es muy posible que otras no lo sean.  Suele decirse mucho, cuando la gente no “está en su mejor día”, que se perciben hostiles, antipáticos, hormonales, entre otras cosas. Y aunque esto es muy común, el punto que quisiera evaluar acerca de mí mismo es, ¿cómo me afecta a mí el sentimiento o la actitud del otro?

Es muy posible que, si fuiste a la farmacia y la empleada o empleado que te atendió en ese momento no fue tan amable o atento y no te trató adecuadamente o con el mayor de los respetos, lo puedas tomar como una experiencia pasajera y no te afecte en gran manera. Pero como seres que creamos lazos con quienes nos rodean, puede pasar diferente si quien me trata de esa forma es una persona más cercana a mí, como un cónyuge, un hijo, un padre, un familiar con quien comparto regularmente, entre otros. Por razones del alma, creamos lazos con otros que, cuando todo parece estar bien con esa persona, nuestro día marcha de maravillas, pero si esa persona no me trató de la manera que yo esperaba, todo puede cambiar ese día.

Entonces, tengo que preguntarme: ¿Puedo funcionar establemente aun cuando los que están a mi alrededor no necesariamente lo estén? ¿Cuánto me sostengo de otros emocionalmente? ¿Por qué me afecta o define tanto mi vida lo que recibo de otros? Este tipo de relaciones suele darse entre parejas, pero debemos ser cuidadosos porque también las vemos en relaciones de padres e hijos o personas con quien desarrollamos relaciones de amistad que, al principio parecen sanas o de mucho cariño, pero como no nos hemos percatado del vacío que llevamos en alguna área, creamos una relación en la que comenzamos a alimentarnos emocionalmente de esta persona. Si la persona se encuentra bajo la misma condición de necesidad emocional, ambos vamos a crear una relación retroalimentada donde habrá dependencia uno del otro. Si la otra persona no tiene las mismas necesidades emocionales, terminará siendo drenada y es posible que hasta alejándose, porque nadie puede alimentar emocionalmente a otros sin ser drenado.

Crear y mantener relaciones sanas, depende de un alma sana. Nadie puede crear relaciones sanas cargando con vacíos y/o heridas. Es por esta causa que vivimos cobrándole a otros lo que alguien de nuestro pasado nos hizo. No hay manera que alguien pueda llenar tus necesidades, no importa cuánto te ame, de la misma forma que no puedes llenar tú las necesidades emocionales de otro, no importa cuánto lo ames. Los vacíos y heridas del alma solo pueden encontrar satisfacción y sanidad en Dios. Es en él en quien estás completo y no te falta nada.

La palabra nos habla en Juan 4, de una mujer samaritana a quien Jesús se encuentra en un pozo buscando agua. Jesús le pidió de beber, lo que impactó la vida de esta mujer ya que judíos y samaritanos no se relacionaban entre sí. En aquella conversación Jesús finalmente se presentó ante aquella mujer, como el agua de vida y la ministró de forma tal que dice la historia en el versículo 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad. Jesús había satisfecho la vida de esta mujer plenamente. El cántaro representa el alma. En aquel instante, aquella mujer dejó de sentir los vacíos de su alma, Jesús lo había llenado todo, entonces ella fue a buscar a otros y a anunciarles lo que había pasado con su vida.  El alma de aquella mujer había sido satisfecha en la fuente correcta, no necesitaría nunca más depender de un hombre para sentirse plena. Su espíritu había conectado con la fuente de vida, y cuando tu espíritu conecta con la fuente de vida, el al alma recibe todo lo que necesita.

Nadie sabe alimentar tu alma como el Espíritu lo hace. Si hay vacíos en tu alma hoy, quiero decirte que la fuente se ha acercado a ti y está fluyendo de esa agua que salta para vida eterna. El anhelo de la fuente es que tu cántaro (alma) tome del agua que brota de ella para que no tengas sed (necesidad o dependencia de otros) jamás. Ya no importará más quien esté o quien no esté en tu vida, lo importante es que tu estarás conectado a la fuente que te mantendrá lleno y satisfecho continuamente. La fuente está aquí hoy para ti, ven y bebe para que no tengas sed jamás. La gracia sobre tu vida hoy.

Related Posts

Leave a Reply

My New Stories