Jeremías 29:13.
Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón.
En estos días recibía la confrontación del Espíritu, ya que había estado preguntando algunas cosas y sentía que no recibía respuesta. En ese momento el Espíritu me llevo a mirar dentro de mi como si estuviera en un gran espacio y de repente él entra para intentar hablarme, pero se encuentra con una gran máquina, muy ruidosa, creadora de pensamientos e ideas propias. Me dijo: así pasa en muchos momentos cuando deseo hablarte, choco con todos tus pensamientos y grandes ideas y apagas mi voz. Fue como un baño de agua helada por mi espalda.
Suelo ser muy lógica, trato de razonar y entender todo. Es parte de mi diseño, es la manera en que puedo trabajar cada pensamiento para elaborar un escrito. Pero a la hora de escuchar al Espíritu, es necesario que apague el volumen de mis ideas y pensamientos.
Muchas veces escojo escuchar un buen mensaje, son muy pocos los ministros de la palabra que suelo escuchar, en eso soy muy selectiva, he aprendido a escuchar solo lo que va en línea con lo que el Espíritu está trabajando con mi vida o la palabra que percibo que está alineada a los tiempos proféticos que estamos viviendo. Y, no puedo negar que a través de esos ministros de la palabra he recibido respuestas o dirección de Dios para mi vida. Pero, debo confesar que muchas veces, por estar tan atenta a lo que recibo del exterior, olvido que el Espíritu de Dios vive en mí y quiere hablarme. Es por estar distraída en cosas que, aunque no son malas, no me permiten escuchar la palabra que el Espíritu quiere hablarme a mí.
Hoy quiero invitarte a mirar dentro de ti. El Espíritu está hablando, alto y claro y todo aquel que se alinea con él, lo va a escuchar. Estar distraídos es muy fácil, tan fácil que no nos damos cuenta de que lo estamos. Y el Espíritu está tratando de llamar nuestra atención y el volumen de adentro ha estado alto. En este tiempo han surgido muchas dudas, inquietudes, nos hemos quedado sin respuestas para poder entender lo que está pasando a nuestro alrededor y por eso nos hemos encontrado confundidos, desesperanzados, llenos de incertidumbres, ansiedades e inseguridades.
Mira hacia adentro, baja el volumen de tu lógica y sube el volumen de la alabanza. Hay una alabanza en ti que el espíritu quiere escuchar. Si apagas las demás voces, la vas a escuchar y te podrás alinear a las frecuencias de la eternidad. Deja que el espíritu te dirija, nadie sabe hacerlo como él.
No dejes que las distracciones te roben lo que Dios quiere decirte hoy, no hay nada mejor que escuchar su voz dentro de ti, trayendo dirección, afirmación, consolación o cualquiera otra cosa que sea necesaria para la edificación de tu vida. Si quieres encontrar a Dios, tienes que hacerlo con todo el corazón y con toda tu mente, de otro modo, hay otras cosas ocupando su espacio y él no puede entrar.
Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:13. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu está hablando. La gracia de Dios sobre tu vida hoy.
