Es asunto de actitud

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Ayer en la mañana, necesitaba tener a la mano algunas cosas para cuando saliera de trabajar, así que, llevaba conmigo un bulto bastante pesado. No solo llevaba el bulto, también cargaba mi cartera y mi pequeña laptop. La persona que va conmigo me dice: Cuidado al subir la escalera, con todo ese peso que llevas. La miré y le dije: no tengo que subir escaleras. Se sonríe y me dice: ¿y que son esas que están justo detrás de ti? Son las escaleras de entrada al edificio donde trabajo. Realmente ni las recordaba. Tomé mis cosas y, mientras subía las escaleras, que ni me acordaba de ellas ni las había contemplado como una limitación para subir con mis cosas, pensé en las diferentes maneras en que cada uno ve la vida. La realidad es que, cuando decidí llevar mi pesado bulto conmigo, no hice un analisis de por donde tendría que caminar con mi bulto, donde iba a acomodar mi bulto, cuán fácil o dificil iba a ser cargar mi bulto. Sencillamente, tomé mi bulto y lo llevé a donde quería. Pude ver cuantos pensamientos nos detienen a la hora de emprender algo, cuantos sueños hemos detenido por pensar en las limitaciones o por los contratiempos que se pueden presentar. Le di gracias a Dios porque me di cuenta que ya no ando fijándome en el problema, sino que sigo adelante con el enfoque. Y es que en la vida, la actitud y el enfoque hacen total diferencia en lo que hacemos. Tenemos a un Dios muy grande, que nos enseña en su palabra que, si Él está conmigo, ¿ quién contra mi? Pero a la hora de la práctica, ¿cuánta palabra realmente ponemos por obra? Ponemos la mirada más en el problema que en el Dios que nos ha dicho que descansemos y confiémos en Él. Agrandamos el problema y achicamos a Dios. Es tiempo de ver la grandeza de nuestro Dios en acción en nuestras vidas. Si su reino se mueve en nosotros y a través de nosotros, ¿ cómo es que vemos tantos problemas y limitaciones? ¿ qué hicimos con la palabra de que somos más que vencedores?
El enfoque y la actitud hablan de lo que eres y lo que cargas, si solo ves problemas y limitaciones, hay mucho que trabajar en ti. Necesitas reenfocarte. Vamos, llénate de su grandeza y empoderate de su palabra. Verás lo grande que es nuestro Dios y nada va a detenerte, porque nada podrá superar la grandeza de Dios en ti. Bendiciones.

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