Identidad

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En estos días conversaba con alguien que me hizo el siguiente comentario: “Mi amigo me llamó para reclamarme por algo que hice que le incomodo, me llamó en una actitud muy molesta. Yo lo entendí e iba a pedirle perdón por lo que hice, pero me molesté por su tono y su actitud y no le pedí perdón y colgué la llamada”.

Es entonces cuando reflexiono en lo siguiente: ¿Somos como somos porque tenemos una identidad que define nuestro carácter y conducta? o ¿somos lo que somos de acuerdo a las circunstancias o como nos trata la gente? Recordé un post que había leído hace algún tiempo que decía: “de acuerdo a como me trates, te trato”. Me parece que va por la misma línea de pensamiento, lo cual no me permite mantener una firmeza en mi identidad, porque voy a estar siendo dirigida continuamente por la atmosfera en la que me encuentre pero no tengo un carácter definido que me ayude a mantener el control de dicha atmosfera o situación.

Hay un escrito de un hombre que observó a un alacrán ahogándose y para ayudarlo lo tomó con su mano para sacarlo del agua y el alacrán lo pico, el hombre lo dejó caer, pero al ver que nuevamente se hundía en el agua, lo volvió a tomar para sacarlo y el alacrán lo volvió a picar. Esto pasó en una tercera ocasión, y un hombre que observaba la escena le pregunta: amigo, Usted es terco. ¿No está entendiendo que si vuelve a tomar ese animal, lo va a volver a picar? El hombre le respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar”. Entonces, tomando una hoja, sacó al animal del agua y lo salvó.

Tú no gritas, porque alguien te provoca, tú no golpeas porque alguien te agredió a ti. Tú gritas y golpeas porque esa es tu naturaleza, eso es lo que llevas dentro de ti. Pero andamos echándole la culpa a otros de cómo nos comportamos, porque nos falta la madurez para reconocer que somos responsables de cómo somos y nos comportamos. Somos víctima de las situaciones y no somos capaces de vernos de manera distinta, porque estamos acostumbrados a ser así y lo justificamos.

Si no te confrontas con tu responsabilidad, nunca vas a cambiar. El mundo está lleno de gente que vive justificando su errada manera de vivir, porque es más fácil echar la responsabilidad a los demás o  a las circunstancias. ¿De qué grupo eres tú? ¿Puedes hoy dejar de mirar hacia afuera y comenzar a mirar hacia adentro? ¿Podrías comenzar a verte como agente de cambio que trae una aportación al mundo por pequeña que pueda parecer?

El mundo necesita gente de firmeza, gente con identidad, gente con determinación para el cambio. De lo demás, ya estamos llenos. Comienza hoy a tomar responsabilidad por tus acciones y determínate a tomar acción por lo que necesitas cambiar en tu interior. Hay cosas que para poder hacerlas, necesitas la intervención del Espíritu Santo. Así que, no intentes hacerlo tu solo. Entrega hoy todo en sus manos y el te dará la firmeza y las herramientas para que tu vida sea transformada. Deja que la gracia de Dios se apropie y cubra tu vida hoy.   

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