No lo lleves para allá

4

En estos días leí una reflexión muy hermosa que hablaba de la enseñanza de este hombre sabio, quien le preguntaba a este joven: Si alguien te trae un regalo, pero tú decides no tomarlo, ¿de quien es el regalo?  A lo que el joven contesta: Le sigue perteneciendo al que lo trajo, porque yo no lo tomé. El sabio le trae una de las más poderosas enseñanzas que puedes recibir y escogerla para vivir como un principio básico en tu vida.  Así mismo sucede con la ofensa, si alguien te trae una ofensa, pero tú decides no tomarla, entonces no es tuya, le sigue perteneciendo al que la trajo.  Me recordó una enseñanza de la casa, en la que nuestro pastor nos enseñaba acerca de los diferentes tipos de ofensas y cómo manejarlas. Y ciertamente si hay algo con lo que no debes vivir ni un día es con una ofensa no importa de quien venga.

La madurez tiene la capacidad de poder decirle a la otra persona: eso que dijiste no me gustó, sonó ofensivo, pero te perdono, no importa si lo hiciste intencionalmente o sin querer, no me voy a llevar un sentimiento de dolor u ofensa conmigo. Y tienes la capacidad de hacer eso porque te amas y te valoras. Y sabes que llevarte un sentimiento de ofensa, puede crear un daño  mayor en tu corazón hasta quizá llegar a la amargura. Y eso no es lo que tú quieres.  La biblia nos enseña que en la medida que dependa de nosotros estemos en paz con todos. Tu paz vale más que cualquier comentario ofensivo que cualquiera pudiera haber dicho. No te quedes dándole espacio en tu vida en ninguna manera. Tu corazón no debe tener ningún espacio ocupado con eso, no importa quien haya sido. El perdón es el mayor principio del Reino. Nosotros también hemos ofendido a Dios y posiblemente no hubiéramos merecido su perdón. Pero el escogió perdonarnos y no solo darnos el perdón, sino echar todas nuestra ofensas al fondo de la mar para nunca más acordarse de ellas. Entonces has tú lo mismo, olvida y no lo traigas a tu memoria para nada.  No entres a un nuevo ano guardando o llevando una ofensa. Comienza el 2020 libre de todo enojo, de todo daño, de toda contaminación del alma. Quizá el otro no lo merece, pero tú mereces la paz y la satisfacción de hacerlo por amor. Vamos, cierra ciclos, suelta y se libre. Llegó tu momento para ser libre de toda carga.  Si llevas tiempo ofendido, llama a esa persona y haz un borrón y cuenta nueva. No te digo algo que no me ha tocado hacer, créeme que me ha tocado pasar por ahí, pero vencí. No lo dudes, no lo pienses mucho. Corre hacia la libertad hoy y no te arrepentirás. No te lo lleves al nuevo año, comienza con tu página en blanco y deja que Dios escriba en ella mejores historias para ti. Bendiciones.

Previous PostNext Post

Related Posts

Leave a Reply

My New Stories