No son solo emociones

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Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. 

Salmo 71:8

Dentro del paquete con el que fuimos diseñados, Dios incluyó las emociones. Las emociones son el sentimiento estimulado dentro de nosotros, que se enlaza a un evento, cualquiera que sea en nuestra vida, y lo lleva (lo une) a nuestro cerebro para ser recordado. Es por eso por lo que, cada vez que recordamos un evento del pasado, podemos experimentar las mismas emociones como si lo estuviéramos viviendo en ese mismo momento. De hecho, nuestro cerebro no sabe distinguir si el evento está ocurriendo en ese momento o no, solo se encarga de segregar la química que produce las emociones de ese momento específico.

A pesar de que podemos tener todo tipo de emociones, el anhelo del corazón de Dios cuando nos las otorgó, era que las usáramos para vivir recordando y celebrando nuestras experiencias en Él. Pero mantenemos la costumbre de vivir recordando las cosas negativas que nos acontecen. Las recordamos, nos aferramos a ellas, las hablamos y las compartimos con otros continuamente. No nos damos cuenta de la atmósfera que vivimos creando, llenándola con las experiencias que nos han dañado y lastimado.

Pero: ¿Cuánto usas tus emociones para recordar y revivir de continuo la bondad de Dios para contigo? ¿Cuánto celebras las bendiciones que has recibido deDios cada día? ¿Cuán feliz estás de que Él sea tu Dios? ¿Cuánto celebras su amor por ti? ¿Cuánto disfrutas su compañía cada día? ¿Celebras y recuerdas sus beneficios y favores para contigo? ¿Cuánto recuerdas y celebras las palabras que te ha dado, sabiendo que son reales y tienen cumplimiento? Activa tu fe, vamos.

Deja de guardar y “celebrar” las cosas que han lastimado tu vida. Su palabra te dice: 18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad – Isaías 43. Deja de ligar tus emociones a los acontecimientos de tristeza y dolor. Comienza a darle el uso correcto. Ellas fueron diseñadas para bendecir tu vida, no para dañarla ahogándola en las penas y el dolor.

Si vas a utilizar tus emociones en algo, úsalas para celebrar las grandezas de tu Dios, para enaltecer su nombre, para hacer ruido ante el mundo y alabar a un Dios que nunca te ha dejado, nunca te ha abandonado. El que te llena de favores y misericordias, a Él recordar.

Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día.  Salmo 71:8

Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos. Salmos 105:1

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