Isaías 40:31 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
El águila es un animal muy interesante. En la biblia se utiliza en ocasiones para referirse a altitud, fuerza, ligereza, entre otras cosas. Pero aprendí con mi pastor, un dato que me llamó mucho la atención. Las águilas hacen su nido de un material espinoso, agudo o molestoso y lo cubren con paja y hojas que lo hagan suficiente mullido y acogedor para empollar sus huevos y mantener a sus crías mientras estas permanecen con su madre. Al cumplirse el tiempo en que el águila sabe que sus crías ya pueden sobrevivir por sí solas, con su pico, las lleva al borde del nido y las empuja para que emprendan vuelo y vivan por sí mismas, vigilando muy pendiente de que se eleven y encuentren quienes son. Pero eso no es lo más interesante, el asunto es que después de empujar sus crías y sacarlas del nido, quita del nido todo lo que puso para que fuera cómodo y acogedor. Si las aves regresaran allí, ya no podrían volverse a acomodar en ese lugar. Ahora les toca buscar y crear su nuevo espacio y hacer su vida en este nuevo nivel. Les llegó el tiempo de ir a las alturas y crecer y crecer.
Así nos hace Dios. En nuestro desarrollo nos va llevando de la mano, enseñándonos todo lo necesario para cumplir con nuestro propósito y diseño, y cuando estamos listos, nos empuja para que vayamos al siguiente nivel. Crecer, ser transformados, cambiar, mejorar, aprender es lo normal. No hacerlo sería anormal. Nadie puede permanecer en un mismo estado para siempre, si estás estancado, evalúa tu vida.
Puede que cuando el ave va cayendo inicialmente se sienta perdida, desorientada, asustada, pero justo ahí es cuando descubre que tiene alas que la ayudan a elevarse y no va a caer. Eso se llama identidad, saber y descubrir quién eres, de que estas hecho, para lo que fuiste creado. No tengas miedo si el Creador te empuja. Él te creó, te diseñó y sabe exactamente de que estas hecho. Él sabe, que al igual que las águilas, estás diseñado para las alturas, para grandes cosas. No te conformes, no intentes regresar al nido. Es tiempo de mostrar de lo que estás hecho, de levantar tus alas y volar a las alturas. Fuiste creado a imagen y semejanza del Dios todopoderoso y su soplo y aliento de vida están puestos en ti, la esencia de Jesús mismo está en ti, y él mismo dijo que mayores cosas que las que él hizo nosotros haríamos. Vuela, elévate, no regreses al nido, ve al próximo nivel. Tu creador no ha movido sus ojos de ti y Él ya te vio subiendo, créelo.
