Hoy estamos cerrando el mes de enero. He escuchado algunos chistes de lo largo que a muchos les ha parecido este mes. Conozco personas que hoy están de fiesta, con comida, fuegos artificiales y todo para celebrar la despedida de este mes.
Yo tengo mucho que celebrar y que agradecer, no sé tú. Pero yo he visto la mano de Dios en todo. Y meditando en lo que traerá cada mes de este año, recordaba lo que la biblia dice en Apocalipsis 22:2 – En medio de la calle, a cada lado del río, estaba el árbol de la vida, que daba doce frutos, y producía su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para la curación de las Naciones.
Este verso nos dice que hay un árbol plantado junto a al rio de Dios, dando un fruto eterno para cada mes y que las hojas de este árbol son para la sanidad de las naciones. Entonces llegó a mi corazón como nosotros somos comparados con árboles en la palabra en varios versículos. De hecho, Isaías 60:21 dice algo que me encanta y te lo quiero regalar: Entonces todos los de tu pueblo {serán} justos; para siempre poseerán la tierra, VÁSTAGO DE MI PLANTÍO, obra de mis manos, para que YO ME GLORIFIQUE.
Somos vástagos de su plantío. O sea que somos un árbol, puesto en esta tierra para que, a través de nosotros, Dios se glorifique. En la porción de Apocalipsis, lo que traía la sanidad a las naciones son las hojas de este árbol. Y en la palabra, las hojas simbolizan prosperidad, fertilidad, renovación, esperanza. Si eres un árbol plantado junto a las aguas del rio de Dios, eres un árbol listo para traer sanidad a nuestra tierra. Pregúntate en este día, ¿Qué clase de árbol soy? Si no estás plantado en las corrientes de aguas del rio de Dios, que es Cristo, entonces necesitas ser replantado para que puedas manifestar lo que Dios tiene en su diseño de vida para ti.
Entra a este mes de febrero viéndote como el árbol plantado en las aguas del rió de Dios, listo para manifestar su gloria, su grandeza, su amor, su plenitud. Eres la obra terminada de Dios. Él hizo la obra completa y quiere manifestarla a través de ti y de mí. Tienes que verlo y creerlo. Las promesas de Dios sobre nuestra tierra y sobre nuestras vidas se van a cumplir. Desconéctate de la visión y las voces de esta tierra que no te permiten ver y escuchar lo que sale del trono de Dios. En Él siempre hay vida, hay paz, hay amor, hay grandeza, hay libertad, hay descanso. Está todo lo que tú necesitas, ven y recíbelo, porque es por su gracia. Si recibes su gracia, verás su bondad y sus planes que siempre son de bien y no de mal. Haz tuya esta palabra y permite que transforme tu mente y sea renovada a la mente de Cristo y podrás ser el árbol de justicia con la manifestación de su gloria donde sea que estés. Bendiciones.
