¿Qué has hecho con lo que te dieron?

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Cuando Dios nos creó a su imagen y semejanza, nos diseñó con dones, talentos y capacidades que nacieron juntamente con nosotros. Porque, cuando Dios tiene un sueño, Él ve un panorama claro y completo, no como nosotros que vemos todo como en las películas, según van pasando las imágenes. Dios tuvo un sueño y para ese sueño te diseñó a ti. Él te vio ahí y Él sabía exactamente lo que tu necesitabas para cumplir con ese sueño suyo. Así que,

Él pone dentro de ti, todos los dones, talentos, capacidades y recursos con las que tu llegaste a esta tierra. Hay algunas que ya has podido ver, pero quizás hay otras que todavía no has conocido o desarrollado, no significa que no las tengas.

Mateo 25:14 nos narra la historia de un hombre que salió lejos, pero antes de irse llamó a sus siervos y les entregó sus bienes (talentos). A uno dio cinco, a otro dos y a otro uno, dice que conforme a su capacidad. Cuando regresó fua a donde cada uno para ver que habían hecho con esos talentos que se le habían sido entregados. El que se le había entregado cinco negoció con ellos y ganó cinco más, al que se le entregaron dos, también los multiplicó y ganó dos más. Pero el que había recibido uno, cavó la tierra y lo escondió, no hizo nada con él. Cuando el hombre regresó fue a verlos y le preguntó a cada uno que había hecho con lo que se le puso en sus manos. Los dos que habían multiplicado los talentes fueron reconocidos y felicitados:” Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor”. El que se le había entregado uno y lo escondió, fue confrontado con dicha acción y se le llamó malo y negligente. Y su señor le quitó lo que le había dado y lo puso en manos del que había recibido cinco.

Como diseño de Dios, de la misma forma, nosotros fuimos capacitados con talentos entregados por Él, y Dios no entrega algo que no tenga propósito. Los talentos que se te han entregado no son tuyos ni son para tu solo beneficio, tú y yo solo somos administradores de lo que se nos entregó. Pero tristemente nos apropiamos de ellos. Queremos decidir si usarlos o no y como y donde usarlos.

En la historia de José en Egipto, antes de su padre morir, pronunció palabras de bendición sobre cada uno de sus hijos, y al llegar a donde José dijo: “Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente cuyos vástagos se extienden sobre el muro. Le causaron amargura, lo asaetearon, y le aborrecieron los arqueros; mas su arco se mantuvo poderoso; y los brazos de sus manos se fortalecieron” – Génesis 49:22-24.

José había tenido que atravesar circunstancias muy duras a lo largo de su vida, fue tocado por la traición, el abandono, la acusación injusta, la mentira, el acoso, el encierro, la soledad y la injusticia. Pero José, quien estaba lleno de dones y talentos dados por Dios, no permitió que las circunstancias que había vivido lo contaminaran. José pudo haber llegado al final s de sus días lleno de amargura, haciendo venganza. Sin embargo, todo lo que Dios le había dado, él no permitió que nada lo contaminara. Por el contrario, llegó a ser el segundo hombre más importante de toda la nación de Egipto y gracias a él se preservo alimento para poder alimentar a una nación y a pueblos alrededor de ellos por 7 años.

Pero José sabía de quien dependía, José era rama fructífera porque él se mantuvo tomando de la fuente correcta.  Nuestros dones y talentos fueron dados con el fin de servir y bendecir a otros, no para que nos apropiemos de ellos para nuestro solo beneficio o el de quien a nosotros nos parece.

Al igual que en la historia de los talentos, nosotros le vamos a tener que responder al Creador, que hicimos con lo que se nos entregó en nuestras manos. Los planes de Dios con lo que te dio, son alcanzar a otros. Pero para que ese talento puesto en tus manos tenga el alcance correcto, debemos estar conectados a la fuente correcta. José fue rama fructífera, cuyos vástagos se extendieron sobre el muro porque sus dones estaban puestos en las manos de su Creador y porque no permitió que nada los contaminara.

¿Le has preguntado a Dios alguna vez para que te fueron entregados tus talentos? Es a través de tus dones que se abren las puertas que Dios destinó para ti. El Señor nos diseñó con planes y propósitos que no caben en nuestra mente, pero queremos encajar a Dios en nuestros planes, en lugar de querer nosotros encajar en los planes de Dios. Cuando te conectas a él y dejas que sea él quien te dirija, aún cuando no logres entender lo que Él está haciendo, verás como Él mismo se encarga de posicionarte y de llevarte a las puertas por las que debes entrar.

Al final todo se trata de Él y no de nosotros. Y te garantizo que no hay mayor satisfacción en la vida que saber que estás haciendo con tus dones, exactamente lo que el Creador diseñó para ellos y cosas inimaginables comenzarán a pasar en tu vida.

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