¿Qué puedo decirte?

Diariamente recibo,  a través de las aplicaciones de mensajería, oraciones que han ido corriendo por doquier para que todos nos unamos en una oración en cadena por el mundo. Me alegra saber que hay un despertar a reconocer de donde viene nuestro socorro. Como dice la palabra en el Salmo 121: Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Y si hay algún lugar hacia donde volvernos ahora, es solo a Él. Es hermoso ver la unidad para orar por nuestro mundo, por nuestros países, por nuestras familias, en fin, por todos.

La realidad es que todos estamos sobrecogidos con esto y quizá en modo automático, nuestra oración se ha convertido en una plegaria continua. Pero la pregunta es: ¿Habrá tomado  esta situación a Dios desprevenido? ¿Habrá estado Él sentado en su trono distraído y,  de pronto miró y dijo: mira, un virus está invadiendo la tierra? ¿Qué puede sorprender a Dios? ¿Qué puede tomarlo desprevenido? ¿Alguna de nuestras situaciones a raíz de este evento? ¿No dice la palabra que aun los cabellos de nuestra cabeza están contados? ¿Qué podríamos decirle a Dios que Él no sepa de todo esto?

Él no solo sabía cuándo esto comenzaría, sino que también sabe cuándo acabará y que acontecerá luego. Él lo sabe todo. Por eso dentro de toda esta situación, he entendido que debe haber un cambio de  oración. He escogido tener solo un tiempo de adoración que me deje solamente verlo (enfocarme) a Él y  nada más. No importa cuánto me preocupe, mi preocupación no va a cambiar nada, mi adoración definitivamente llegará como olor grato ante su presencia y transformará cualquier situación y atmósfera. Entonces solo le pido que me diga lo que Él quiere decirme a mí en medio de todo esto. “Más que poder pedir o decirte nada Señor,  quiero escuchar lo que quieres decirme tú a mí”.

En medio de toda esta situación te invito a que le preguntes tú también, que quiere Él decirte a ti. Hay muchas cosas que el Espíritu quiere compartir para este tiempo, ¿están tus oídos prestos para escuchar lo que Él quiere decirte a ti hoy?  El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a sus hijos. Afina tu oído espiritual. Bendiciones.