Que sean uno

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Hay una porción de la palabra que me impacta mucho, y es la historia del hijo de la Sunamita, a quien Eliseo envió a su siervo con su bastón para resucitarlo, pero no ocurrió nada. Y finalmente, el mismo profeta Eliseo se llegó hasta el lugar para resucitar al niño. La forma que lo hizo fue un tanto extraña, porque dice la historia que el niño estaba muerto, tendido sobre la cama (2 Reyes 4:34) y el profeta se tendió sobre él, conectando boca con boca, ojo con ojo y mano con mano. Hizo esto en 7 ocasiones hasta que el niño tomo calor en su cuerpo y finalmente el niño estornudo y abrió sus ojos.

Dios me ministraba a través de esta palabra muchas cosas, pero la que hoy quiero dejar en tu corazón es que, de la misma forma que el profeta, buscó conectar con este niño, boca con boca, ojo con ojo y mano con mano, de esta misma forma Dios está buscando conectar sobre sus hijos hoy. Por mucho tiempo como iglesia, descuidamos muchas cosas, dejamos morir muchas otras, quizá muchas cosas en nosotros están como ese niño estuvo, sin vida. Pero Dios sigue buscando los hijos. La religión y las estructuras de hombre que hasta hoy hemos seguido, no tienen nada para ofrecernos, nada de eso nos dio vida. Por el contrario, nos llevó a dejar atrás una verdadera relación con Dios y nos enseñó a depender más de los programas y las estructuras humanas. Cambiamos el fuego de su presencia por programas estructurados y entretenidos, cambiamos el poder y la revelación, por vano conocimiento y hermenéutica. Dejamos de buscar el reino y su justicia, por ir tras las añadiduras.

Y hoy el Espíritu nos pregunta: ¿Hasta cuándo?, ¿Hasta cuándo te conformas con una relación a través de otros en lugar de acercarte e intimar conmigo? ¿Hasta cuándo te decides a buscar lo que tengo para ti como hijo? ¿Hasta cuándo vienes a acercarte porque quieres conocerme, más de lo que quieres mis bendiciones? ¿Te atreves decir hoy: Señor, con bendiciones o sin ellas, mi anhelo y mi deseo eres tú? ¿Puedes decir como David: como el ciervo brama por las aguas, así clama por ti mi alma? Hoy Él quiere conectar con sus hijos, boca con boca, ojo con ojo, mano con mano, corazón con corazón. Quiere darte directamente de lo que es Él. Que tomes hoy de la fuente de su vida, que te sumerjas en las aguas de su amor, que su luz habite cada espacio de tu ser. Quiere que su gloria resplandezca sobre ti, para que sea vista por aquellos que no le han conocido. La tierra gime, esperando la manifestación de sus hijos. El tempo de los hijos es ahora. Conecta con el Padre y deja que te llene de su vida, la que solo Él tiene y sabe dar. Bendiciones.

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