¿Realmente quiero el cambio?

1

No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará

– Deuteronomio 31:8

El tiempo en el que estamos viviendo, ha demandado y demandará muchos cambios. Es por eso que hemos estado expuestos a mucha información durante este tiempo, se han abierto muchos foros de enseñanza en todas las áreas. Todo el que tiene acceso a la internet ha podido visitar y escoger una gama de información para todo, desde recetas de cocina hasta nuevas maneras para hacer negocios. De todo lo que hemos visto o escuchado, hemos podido seleccionar lo que más nos ha agradado y lo hemos aplicado para obtener resultados en base a lo aprendido.

De igual manera, todo el que ha estado expuesto al mover de Dios, ha podido escuchar, desde una variedad de plataformas, lo que Dios ha estado trayendo para este tiempo. Y como hijos de Dios también hemos tenido apertura a información y enseñanzas que han sido para nuestra bendición y crecimiento, a todo aquel que así lo ha querido.

En este mismo espacio, se han tocado una serie de enseñanzas concernientes a nuestra vida en general que mucha gente me ha compartido su agrado por los mismos. Todo lo que aquí hemos compartido, ha estado dirigido a provocar cambios y buscar se transformados en nuestra vida. Por mucho tiempo en nuestra vida, estuvimos haciendo cosas que no estaban brindando ningún resultado ni aportando a nuestro crecimiento como individuos. Hay muchos temas en nuestro interior que sabemos que necesitamos trabajar, y hemos recibido alguna respuesta para poder trabajar con dichos asuntos, pero no ha pasado nada. Y la realidad es que no va a pasar nada si yo, de manera intencional, no me muevo hacia el cambio que deseo.

He estado en muchas transmisiones en vivo y leo los comentarios que suelen escribir. Comentarios tales como: wow!, eso es cierto, tremendo mensaje, tiene toda la razón, así mismo es, esa palabra es para mí, yo necesitaba escuchar eso, entre algunos otros. En medio de los mensajes que Dios ha estado trayendo para este tiempo, ha habido temas de mucha confrontación y verdades profundas que han descubierto situaciones que necesitan ser trabajadas para todos. Y he visto gente muy impactada, reconociendo que han escuchado lo que necesitaban escuchar y cuan confrontados o identificados se han sentido con lo que están escuchando.

Pero, después de haber recibido un mensaje que me impactó o con el que me identifiqué, ¿cuán dispuesto o comprometido estoy para llegar al cambio? Ya reconocí una verdad que necesitaba escuchar, ya entendí que recibí respuestas en lo que necesitaba escuchar, o en lo que Dios sabía que necesitaba escuchar, ¿y ahora qué?

Nada va a pasar si yo no tengo intención o compromiso de cambio. Y ahí se encuentran gran parte de los problemas en nuestra vida, en que sabemos que algo necesita ser cambiado, pero no nos movemos hacia eso. Cierta vez le pregunté al Señor, como era que la gente recibía tantas experiencias espirituales, lloran, gritan, caen al piso, pero no pasa nada con sus vidas. Y el Señor me respondió que nada cambia si tu no tienes la intención de que cambié. Puedes escuchar el mejor consejo, tener todas las respuestas, incluso estar orando por eso y desearlo con todas tus fuerzas, pero si no tienes intención de cambio, nada va a pasar.

Dios no quebranta la voluntad del hombre. Él puede traer todas las respuestas a tu vida, incluso los recursos para que puedas usarlos en tu beneficio, pero poner la acción te toca a ti. Si nada pasa, no podrás ir a reclamar a Dios por no haber visto los cambios, al final tendrás tu que explicarle al Señor como fue que, teniendo todas las respuestas no hiciste nada con ellas. Y las consecuencias de tus decisiones serán para ti. Dios le había hablado con mucha claridad a Josué acerca de cómo llegar a la tierra prometida y como parte de las instrucciones que le impartió le dijo: Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”». Josué 1:9

Este no es el momento de perder el tiempo ni de jugar a las indecisiones. Si tienes dudas, ve en oración a Dios, y te aseguro que el tiene respuestas para ti. Pero si Dios ha traído respuestas claras a tu vida, y no te has movido hacia el siguiente nivel, entonces el problema no está en Dios. Recuerda que cuando Dios te está empujando para hacer algún cambio, es porque Él vio que tú lo puedes hacer. En la eternidad te vieron venciendo, NO DEJES QUE EL TEMOR TE SIGA DETENIENDO.

El mucho análisis produce parálisis y todo cambio produce una resistencia. Si en medio de todos los cambios positivos para tu vida está Dios, entonces ¿quién contra ti? Aprópiate de cada palabra que has recibido y corre con ella, no te detengas. No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará – Deuteronomio 31:8. Ten ánimo, este es un tiempo para valientes y la gracia de Dios está contigo.

Previous PostNext Post

Related Posts

Leave a Reply

My New Stories