Suelta y se libre

1

Todos hemos vivido experiencias de dolor y decepciones en relaciones de personas. Y digo de personas porque no quiero limitarme solo a relaciones de pareja, aunque son las más comunes. Ciertamente es hermoso conectar con personas afines y vivir la hermosa experiencia de una relación de amistad o de pareja. Pero, por alguna razón no siempre desarrollamos relaciones (cualquiera que sea) con personas tan afines y entonces la experiencia se va convirtiendo en una no tan grata y llevadera. El ser humano, creo que más por programación y costumbre que por otra cosa, tiende a co-depender. Se nos ha enseñado a mantener las relaciones no importa que y nos crearon toda una historia de lo que es el verdadero amor y todo lo que aguanta y tolera. Que si te casas es hasta que la muerte nos separa y que más vale malo por conocido que bueno por conocer (que idea tan absurda y limitante). Hacemos de tripas de corazones y toda la fuerza del mundo, hasta el cansancio, incluso la enfermedad – tanto física como mental- de tanto que aguantamos algo que lo único que ha hecho con nuestras vidas es desgastarnos y robarnos. Nos enseñaron a aguantar, a callar y a esperar porque el tiempo puede arreglar las cosas. Nos dijeron que así éramos fuertes, guerreros valientes, entregados y muchas cosas más. No nos dimos cuentas que nos enseñaron a escoger a todos, pero nunca a nosotros mismos. Y así hemos perpetuado esta manera de vida de generación en generación

No es hasta que llegas al límite, cuando ya no tienes fuerzas ni energías para poder disfrutar algo nuevo en la vida que decides soltar lo que siempre supiste que no funcionaba, pero viviste atemorizado de tomar esa decisión. Aquellos que hemos sido un poco más valientes para soltar (aunque no tan pronto como debimos hacerlo) hemos vivido con alguna etiqueta de locos, rebeldes, arriesgados, mal agradecidos, egoístas y muchas otras cosas más. Pero dentro de todo, agradecidos de haberlo hecho, porque cuando miras hacia atrás ves a esa persona que soltaste siendo la misma persona tóxica, con las mismas costumbres y viviendo de la misma forma que tanto daño hizo dentro de la relación.

Si nos percatamos que andamos aguantando relaciones dañinas y dolorosas y pensamos que estamos dando tiempo porque es lo correcto y así es el amor, sería muy bueno que miráramos hacia dentro de nosotros mismos y pudiéramos buscar y encontrar el roto en nuestra alma, ese que nos hace permanecer en algún lugar o con alguien muy a pesar del dolor y el daño que nos causa. Necesitamos ver cuál es el vacío que hemos estado llenando que nos empuja a permanecer muy a pesar del dolor y el agobio que muchas veces estamos viviendo. Porque, si bien es bueno buscar todas las alternativas posibles para poder sanar y salvar una relación, también es bueno reconocer cuando ya no da para más y encontrar el amor propio que me lleva a entender que solo o acompañado estoy completo y voy a estar bien. Que podamos entender que todos cometemos errores y eso está bien. No vivas con la carga de una mala relación pensando en “el que dirán”. Todos tenemos el poder de escoger, a veces nos sale bien, otras no tanto. Pero no permanezcamos donde ya te desgastaste hasta el cansancio y diste todo de ti, solo por costumbre o por temor. Lo que no funciona, no funciona no importa cuanto lo trates de empujar o componer. No somos los salvadores de nadie ni el cordero sacrificial. Así que, suelta y se libre. Al final, nadie va a morir y todos vamos a aprender lo que era necesario aprender de esta experiencia.

Eres fuerte, eres valiente, eres valioso, eres mucho más de lo que habías creído o entendido, pero no para desgastarte dentro de lo que ya no aporta nada a tu vida. La vida es una, no te aferres a nada, solo fluye liviana y libremente y se muy feliz.

Leave a Reply

My New Stories