Te está mirando a ti…

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Si, a ti. Cuando Jesús estaba a punto de expirar en la cruz, estaban allí su madre, junto a algunas mujeres más y Juan. Y al verlos Jesús allí los miró y les dijo: Mujer, he ahí tu hijo. Luego miró a Juan y le dijo: He ahí tu madre. Juan 19: 25

La mujer que había sido usada como el portal para traer a Jesús al mundo y uno de sus hermanos, estaban siendo desprendidos brutalmente de un ser a quien ellos amaban y por quien eran amados. Sin embargo en aquel momento, no hubo sentimentalismos en Jesús para entristecerse por esa situación. Jesús solo soltó sobre ellos una palabra que los dirigió. No permitió que perdieran el sentido, o que lo triste que podía ser el momento, les hiciera perder el enfoque. Jesús creó un fuerte vínculo entre ellos y dejo orden en lo que estaba diciéndoles, porque Jesús no olvidó ni dejó sin resolver ni un solo detalle.

Ahora Jesús te está mirando a ti. Hoy ya no está en la cruz, ya bajó de allí, con una obra consumada. Está tratando de que escuches la palabra que está diciendo sobre ti para dirigir tu vida, y anhela que tú la escuches y la tomes. Juan, el discípulo, tomo la palabra. Dice la biblia que aquel mismo día recibió a María en su casa, eso indica que la palabra realmente fue tomada por ellos y puesta por obra.

Quizá hoy estás necesitando una palabra de ubicación para tu vida. Es posible que en medio de todo lo que estamos atravesando, donde todo está cambiando, se haya despertado un sentido de perdida, de desorientación, de vacío en muchas áreas, no sabes a donde correr, a quien mirar. Pues debes saber que Jesús te está mirando. Hoy Él quiere darle sentido, orden, ubicación y propósito a tu vida.

Hoy, no lo busques en la cruz, lo vas a encontrar en su obra consumada. La que abrió el camino y hoy te da acceso a todos los beneficios que incluye la salvación. Todo lo que necesitas, está en Jesús, en Él estás completo y lo tienes todo. Corre a Él y todo cambiará. Bendiciones.

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