Tu no eres el frasco

Visualízate como un gran diseñador de  perfumes. Si eres el mejor de todos, supongo que podrías diseñar cantidad de fragancias. Todas exquisitas, con los mejores ingredientes, esencias, la mejor elaboración y excelente fijador para que, todo aquel que adquiera la fragancia, pueda disfrutarla desde el principio hasta la última gota.  Aunque los detalles del frasco cuentan, tu mayor enfoque realmente está en el contenido de la fragancia. Al fin de cuentas, cuando la fragancia se termina, el frasco se bota.

 Ahora quiero que visualices lo que Dios, como creador, hizo con nosotros. Él tomó de su esencia, que es de su propio espíritu, y lo deposito en un recipiente (nuestro cuerpo físico). Somos la fragancia de Dios depositada en un frasco que llamamos cuerpo. Pero que, solo sirve para darnos movilidad y función mientras estamos en esta tierra.  Pero nuestra realidad, que es el espíritu, es lo que realmente cuenta en nuestro paso por la tierra.
Lo más triste de todo es, que somos un perfume que piensa y se comporta como frasco. Si, hemos escogido darle honor al frasco, más que a la fragancia como la que fuimos diseñados. Llevamos en nuestro interior una fragancia única, original, irrepetible, con marca registrada y patentizada por el reino de los cielos, creados por el mejor diseñador que ha existido y existirá jamás, pero vivimos dándole honor al frasco.

Ha sido difícil entender, para cada uno, que somos un espíritu viviendo una experiencia humana. La eternidad vive en ti. Hay un depósito de la grandeza de nuestro creador dentro de nosotros.  Él nos creó para vivir vidas plenas y libres, no atadas a lo que nos ofrece este mundo. La palabra dice que el mundo pasará, pero su palabra, sobre la cual debemos caminar, no pasará. Tú eres una palabra de Dios en l tierra, un sueño de su corazón, creado dentro de Él y predestinado para sus grandezas.

Olvida el frasco, busca la esencia, lo eterno, lo trascendental. Estamos en tiempo de cambios y lo que está dentro de ti es lo que debe prevalecer ahora. Nuestros pensamientos están siendo invadidos por la pesadez y la atmósfera de este mundo, todo nos lleva a poner nuestros ojos en las circunstancias y permitir que estas nos enfermen, tanto física como emocionalmente. Tienes que entender que eso le quita fuerza a tu espíritu, porque lo que escoges alimentar, es lo que va a prevalecer.  

Conéctate con tu diseño, busca al creador para que puedas tomar fuerza en tu espíritu y  esparcir la fragancia que pusieron en ti. No dejes que el frasco limite la fragancia, nadie compra un perfume por el frasco, lo que está adentro es lo que realmente vale. ¿Puedes verte como olor fragante llegando hasta el trono para dar honor a tu creador? ¿Dejando que otros sean atraídos al creador por la esencia que emanas?  Enfócate en Él y podrás hacerlo. Bendiciones.