El mayor esfuerzo

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En estos días compartía con uno de mis hermanos quien lleva algún tiempo practicando el deporte del “mountain bike”. Me contaba que los días que no tiene la oportunidad de ir a campo abierto para correr, acostumbra sacar su bicicleta por el área donde vive y aprovecha para sacar de vuelta a su niña (mi sobrina)  quién tiene 7 hermosos años. El saca su bicicleta y mi sobrina tiene un carrito que se mueve con la presión de una palanca manual. Mientras mi hermano hace todo el esfuerzo físico en su bicicleta para subir las calles de cuestas y área difíciles, ella, con la sola presión de su mano, va moviendo su carrito quien la lleva de paseo agradablemente. Después de algún rato de paseo, mi hermano escucha decir a mi sobrina: Papá, me duele la mano, mientras él está, posiblemente, empapado en sudor, agotado del pedaleo y bajo la tensión de velar de ella ante cualquier peligro que pueda ocurrir. Ella solo tiene 7 años y es claro que podemos esperar eso de una inocente y sana niña quien entiende que está haciendo su mejor esfuerzo para mantener su carrito corriendo.

Realmente, la anécdota con esta chiquilla fue muy jocosa, pero me hacía pensar en los cientos de personas que he conocido que quieren llegar lejos pero huyen del esfuerzo y entrega que conlleva esto.

Hace poco mi pastora compartió un post que hacia la confrontación: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a lo que quieres estar haciendo mañana” Y es que a veces no estamos dispuestos al esfuerzo, al sacrificio, a la entrega. Ni por nuestros sueños ni por nuestras metas y mucho menos estamos dispuestos al sacrificio por el llamado de Dios y el trabajo en su obra.

David dijo en 1 Crónicas 21:24 que no le daría al Señor nada que no le costara. Y la realidad es que si algo nos trae deleite y satisfacción en nuestra vida, es aquello que nos costó sacrificio y esfuerzo. Aquello por lo que nos entregamos y apasionamos, por lo que vamos la milla extra y hacemos el mayor esfuerzo.

Cuántos proyectos están detenidos en tu vida hoy por no quererte esforzar un poco, cuantos sueños has dejado morir porque te has enfocado más en el trabajo que dan que en la satisfacción y/o beneficios que trae cuando haya pasado por el esfuerzo que te añadirá satisfacción y recompensa. Hay cosas que tienes que dejar de meditar tanto hoy y hay acciones que tiene que ser llevadas  a la acción de inmediato. No  lo detengas más, no lo pienses más. Puede que hoy te cueste algo de esfuerzo pero mañana tendrás el gozo y la satisfacción de haberlo logrado. Vamos, no dejes que el cansancio te detenga. Hay proyectos y sueños esperando por ti y es tiempo de que sean dados a luz. Atrévete, cree y declara que hoy “Todo lo puedes en Cristo que te fortalece. No importa de  que se trate, todo lo puedes hacer a través de Él. Bendiciones.

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