El tamaño de tu zapato

Recuerdo hace poco haber escuchado a mi pastor decir en un mensaje: “Hay gente que vive lamentándose porque continuamente son  perseguidos por el ataque y la opresión del enemigo contra sus vidas”. Y seguido de eso dijo: “Pues yo tengo que decir una sola cosa: que se prepare el diablo, que aquí llegué  y el que tiene problemas es él, no yo”

Disfruté mucho ese mensaje porque la realidad es que te hace despertar a la conciencia de quien eres, en qué posición estás, quién es el enemigo y en qué posición está él. La palabra nos dice en Colosenses 1:13: ¹³ Porque Él nos libró del dominio^[a] de las tinieblas Y NOS TRASLADÓ AL REINO DE SU HIJO AMADO. Y luego nos afirma en el capítulo 2 verso 15: ¹⁵ Y habiendo despojado a^[q] los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, TRIUNFANDO SOBRE ELLOS por medio de Él.

¡Wow! Si esa palabra no te empodera, no te posiciona, no te levanta, entonces,  ¿qué necesitas escuchar?  Esto nos deja ver claramente lo que nos dice la palabra, Satanás esta vencido, bajo la planta de nuestros pies. Así que, si hay algo que él debe conocer bien, es el tamaño de tu zapato.

No sigas permitiendo que alguien que ya fue vencido y destronado (o sea, un derrotado) siga tomando control sobre tu mente y tu vida. No le des el lugar que ya Jesús le quitó. Su muerte en la cruz no fue en vano. Si Jesús hizo con él un espectáculo público, no lo hagas tu protagonista de tu vida en ninguna manera. Toma autoridad y dominio, tú eres más que vencedor. Con su trabajo en la cruz, el Señor te dio posición e identidad, no se la cedas a un derrotado. Es tuya. He adoptado una frase que uso cada vez que tengo un momento de dificultad, y te la quiero compartir: “Si alguien tiene que sufrir, que sea el diablo, no yo”. Ya aprendí quien soy y donde estoy posicionada. Declara tú también junto con nosotros: que se prepare el diablo que aquí llegué y el que tiene problemas es él, no yol”  Eres un hijo del reino y eres libre del dominio de las tinieblas. Levántate con la autoridad que te fue dada.  Vamos, es tiempo de SU Reino a través de sus hijos. Si alguien tiene que sufrir, que no seas tú. Declara tu victoria. Bendiciones.