¿Hacia dónde?

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En mis años de Universidad (estudié en la UPR, Rio Piedras), tenía un profesor que utilizaba mucho la expresión: “despierta boricua, defiende lo tuyo”. Por su puesto que era una expresión que motivaba y empujaba a su estudiantado a luchar por su derechos, a no detenerse ante la injusticia, a levantar la voz para ser escuchados por encima de la opresión que nos tocó enfrentar muchas veces. Definitivamente, siempre había respuesta, ¿quién no ha escuchado acerca de alguna huelga en la UPR? Fui testigo de algunas en mi carácter personal. Se movía un pueblo que entendía que ameritaba ser escuchado, un pueblo que tenía una verdad y la iban a llevar hasta donde fuera necesario para lograr el cambio o la demanda que estaban presentando.  Lo lograban con carteles, con gritos, con música, con arte, entre algunas otras expresiones que no necesito aclarar aquí y ahora. Porque cuando un pueblo sabe que tiene una verdad, se convierte en ella, se apropia  y la lleva hasta donde tenga que llevarla.

Es por eso que grita dentro de mí la interrogante: ¿Conoces alguna verdad? ¿Cuál es tu verdad? ¿Acaso tu verdad no es Cristo? Si tu verdad es Cristo, ¿por qué no se escucha tu voz proclamándola?

Hay algo de lo que estoy convencida en mi espíritu, y es, que este es el tiempo de los hijos, es el tiempo de la iglesia. Dios nos ha estado hablando, pero hemos estado poniendo los ojos y el enfoque en las circunstancias  que nos rodean. Hemos estado llenos de temor, de dudas, hemos predicado un Cristo que su única obra fue morir en la cruz para salvarnos, pero no tiene nada más para nosotros hoy. ¿Es que no conocemos el alcance de su obra? ¿Dónde está la iglesia de Hechos, en la que se mostraba el poder y las señales que siguen a los que creen? ¿Hacia dónde estamos mirando? ¿A las circunstancias que nos rodean y que parecen tan grandes y terribles que opacan el poder de Dios, o a aquel que se encarnó en nuestras vidas y nos dijo que cosas mayores que las que Él hizo, nosotros haríamos?

Tengo que seguir diciéndolo: 18 De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. 19 La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios… Romanos 8:18-19

No conozco una verdad mayor que Cristo, si Él es tu verdad, proclámala, que nadie te calle. Este es el tiempo de dar a conocer su amor y su gracia. Si debe haber un lugar hacia donde correr en tiempos como los que estamos viviendo, es hacia ÉL, no hay otro camino. Bendiciones.

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