Sin temor

3

Uno de los salmos que siempre me ha gustado mucho, es el Salmo 18. Tiene versículos que al leerlos parecen un cuento épico. Tiene cada descripción de Dios moviéndose y obrando de formas que no caben en mi mente, creo que la imaginación no me da para poder visualizar todo lo que allí se describe.

Y justo cuando llego al versículo 16, me derrito. Imagino este Dios, entre tanta proeza tomándome, en mi momento más difícil y sacándome de las muchas aguas, librándome de mi enemigo, cualquiera que sea, dándome su apoyo y sacándome a un lugar espacioso, fuera y lejos de mi situación, cualquiera que sea.

Todavía no ha habido situación en mi vida, en la que no haya visto a mi Dios intervenir. La Biblia dice 365 veces “no temas”. Así que ya no permito que nada ni nadie me robe mi paz. Aprendí que si el conflicto es muy grande, no es mío, es de Él. Entonces, solo lo alabo. No importa lo que ocurra, Él es digno de mi alabanza.

Por épico que parezca el Salmo 18, es real. Mi Dios tiene todo poder y no hay imposibles para Él. Así que si hoy estás preocupado por algo, te invito  a reflexionar en él, hazlo tuyo. Suelta todo en sus manos. Si la carga es muy pesada, no es tuya, es de Él. Encárgate de darle tu adoración a Él y deja a Dios ser Dios. Él no ha perdido una batalla y nada lo toma por sorpresa ni desprevenido. Descansa en sus manos. Bendiciones.

Previous PostNext Post

Related Posts

Leave a Reply

My New Stories