En la ansiedad que ha provocado en nosotros todo lo que hemos estado viviendo, no nos damos cuenta de cuanto algunas cosas nos absorben. Los días no se han detenido. La vida parece haber estado detenida, pero en realidad, los detenidos hemos sido nosotros. El mundo allá afuera, de una manera u otra ha tenido que seguir funcionando. Yo trabajo para la banca internacional, y sé que de una forma u otra, todo sigue moviéndose, hemos tenido que hacer los ajustes para cada cambio. Estamos en un tiempo de cambios muy acelerados y los cambios no se van a detener. Por lo tanto, nosotros tampoco podemos detenernos.
Con el movimiento de #quedateencasa, muchos han tenido la oportunidad de organizar sus casa, hacer limpiezas profundas, crear nuevas actividades, nuevas recetas, miles de juegos y actividades para nuestros niños, en fin, el ser humano es creativo por demás y se le ha sumado el tiempo, tanto que ya gritan por salir. Llevamos como un conteo regresivo que parece que no termina, por el contrario, se prolonga.
Ahora, me pregunto, ¿Cuánto de ese tiempo has tenido para nuevas experiencias con Dios? ¿Cuánto has podido soltar lo usual, lo ordinario, lo que siempre vas a tener que hacer (los quehaceres de la casa siempre van a estar), para buscar lo extraordinario? ¿Cuánto te has despegado de las redes, de la prensa, de la TV para conectar tus sentidos a la naturaleza, a la voz que se está escuchando detrás de todo esto, la que no se puede escuchar en el plano o dimensión humana? ¿Crees que esto solo se trata de un virus que se acabará y ya? ¿Tienes idea de lo que está diciendo el cielo realmente?
Absorbidos por todo a nuestro alrededor, nuestros sentidos humanos, jamás nos dejaran ver ni escuchar las cosa que ojo no vio ni oído escuchó, aquellas que están separadas para los que aman a Dios. No dejes que este tiempo te absorba y no te permita escuchar la voz de la eternidad. Comienza a conectarte con su frecuencia. Hay un plan perfecto que quiere ser revelado a los hijos de Dios, aquellos que, por encima de toda situación, saben que todavía, Dios sigue hablando y revelando sus planes para este tiempo, en el que su gloria será manifiesta a través de sus hijos que son la ventana del cielo para traerlo a la tierra. No te dejes absorber, vamos, alíneate a las frecuencias de la eternidad y se la conexión del cielo con la tierra. No es tiempo de temer, es tiempo de señales, maravillas prodigios, tienes que creerlo. Bendiciones.
