¿Qué dice tu espejo?

De alguna manera u otra, todos hemos sido lastimados por alguien. Una palabra o una acción hiriente pueden aparecer en nuestra vida, desde que somos niños en desarrollo, hasta la vejez. Cada palabra que recibimos va alimentando o lastimando nuestra autoestima.  Es muy común, culturalmente hablando, que acostumbremos a usar sobre nombres o apodos para llamarnos. Muchas veces el apodo es el diminutivo de nuestro nombre, por ejemplo, pero muchas otras, somos nombrados por alguna característica particular que poseemos (flaco, gordo, usamos espejuelos, color de tez). De igual manera, si somos inquietos, curiosos (inquisitivos),  de carácter pausado o un poco más lentos para aprender que los demás. Algunos adjetivos nos alagan y nos alimentan la estima, otros no son tan agradables y pueden ser lastimosos, aun cuando los que lo utilizan lo hagan en tono de broma o por “cariño”, como algunos padres suelen decir.  Por otro lado está la sobreprotección, en donde generalmente nos ven desvalidos o con poca capacidad para hacer las cosas. Esto también hace que nos sintamos por debajo y nos comparamos con otros porque estamos insatisfechos con nosotros mismos y con cómo somos o lucimos.

No importa cuál sea la situación, lo que quiero que veas es, como muchas veces crecemos con un sello sobre nosotros que nos marca para siempre. Si tuvimos padres o personas  de influencia a nuestro alrededor que reforzaran nuestra estima, es posible que podamos vencer muchos temores y tengamos mucho más avance que aquellos que no lo tuvieron porque el sello que recibieron limitó sus fuerzas para el avance y crecimiento emocional. Cuando nos miramos al espejo, vemos esa persona que está definida por los conceptos y estándares con los que fuimos marcados. Y muchas veces no nos gusta lo que dice nuestro espejo.

Pero hoy quiero compartirte una palabra que impactó mi vida, se encuentra en 2 Corintios 3:18 –  ¹⁸ Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él. (Nueva Biblia Viva)

Si bien es cierto que podemos ser marcados, a lo largo de nuestra vida, por una palabra hiriente, un comentario que nos dolió en un momento de vulnerabilidad, las demandas de nuestra cultura (porque para ser hermosos, inteligentes, reconocidos y aceptados debemos cumplir ciertos criterios) entre otros cosas, más cierto es que el que nos creó, tiene para nosotros un espejo diferente del que nos hemos mirado toda nuestra vida. Hoy el Padre quiere que te mires en el espejo que fue diseñado para ti, Jesús. Jesús es la imagen perfecta a través de la que debes mirar tu vida. La palabra nos enseña que, cuando Jesús fue a la cruz, hizo una obra completa para nuestras vidas. Esa obra perfecta, va mucho más allá de solo salvación y sanidad. Jesús fue humillado, despreciado, maltratado y burlado para que a través de lo que Él atravesó, nosotros tuviéramos la victoria sobre cada uno de esos sentimientos. La sangre que surgió de cada bofetada y los golpes que desfiguraron su rostro, fue suficiente para que hoy tú y yo pudiéramos reinar por encima de eso.

No se trata de como los demás te hayan visto o lo que alguna vez hayan dicho acerca de ti.
Se trata de lo que Él dice y lo que alcanzó para ti en su obra completa. Hoy tienes que entender que al cambiar quien define tu valor, redefines la forma en que te ves. ¿Puedes recibir el amor de Dios como una verdad absoluta en tu vida? Él te ama  y te acepta porque cuando te hizo, te vio perfecto. ¿Puedes verte como Él te ve?

Hoy quiero invitarte a que te celebres. ¿Sabes tú que Jesus canta sobe ti con amor? Sofonías 3:17: Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, SE REGOCIJARÁ SOBRE TI CON CÁNTICOS.

Él se regocija con su creación y tú tienes que creer que tú eres la mejor parte de su creación y que te hizo perfecto. Ámate, valórate, acéptate como Él lo hace. La biblia dice que somos una joya de gran precio y que Él se ocupó de cada detalle de tu vida. No subestimes la obra de gran valor que eres, comienza a verte hoy como tu creador te ve. Bendiciones.